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lagarcitaazul

La copa envenenada

José Martí



La copa envenenada



¡Desque toqué, señora, vuestra mano Blanca y desnuda en la brillante fiesta, En el fiel corazón intento en vano Los ecos apagar de aquella orquesta!

Del vals asolador la nota impura Que en sus brazos de llama suspendidos Rauda os llevaba -al corazón sin cura, Repítenla amorosos mis oídos.

Y cuanto acorde vago y murmurio Ofrece al alma audaz la tierra bella, Fíngelos el espíritu sombrío- Tenue cambiante de la nota aquella.

¡Oigola sin cesar! Al brillo, ciego, En mi torno la miro vagorosa Mover con lento son alas de fuego Y mi frente a ceñir tenderse ansiosa.

¡Oh! mi trémula mano bien sabría Al aire hurtar la alada nota hirviente Y, con arte de dulce hechicería, Colgando adelfas a la copa ardiente,

En mis sedientos brazos desmayada Daros, señora, matador perfume: Mas yo apuro la copa envenenada Y en mí acaba el amor que me consume.

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